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Blog del Padre Mario Ortega

Apostolado / Evangelización

Iglesia doméstica, Iglesia Diocesana, Iglesia Universal

Iglesia doméstica, Iglesia Diocesana, Iglesia Universal

   ¡Qué experiencia más intensa de vida cristiana la que vivimos el pasado 30 de diciembre en Madrid!

   La celebración "Por la familia cristiana" fue todo un éxito porque los cristianos que estábamos allí nos encontrábamos realmente en nuestro Hogar, en nuestro Lugar: La Iglesia, el Lugar donde habita Cristo, la Iglesia Católica en sus tres principales e íntimamente correlacionados niveles: Iglesia doméstica, diocesana y universal. Todo en una unidad de amor a imagen de la Sagrada Familia, fuente de todo amor, porque es la familia del Hombre Dios, Jesucristo.

   La Iglesia doméstica es la familia cristiana: el padre, la madre y los hijos. Ésta se encuentra realmente en su sitio y se realiza plenamente cuando hace efectiva y bien visible su vinculación a la Iglesia a través de su parroquia y/o movimiento, siempre en comunión filial con los sucesores de los apóstoles que son los obispos; la Iglesia Diocesana. Y como nuestra Iglesia es Una y Católica, esta vinculación sigue natural y felizmente mediante la comunión con el Papa, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia Universal.

   Esta triple comunión, tan visible en la Plaza de Colón el pasado día 30 de diciembre, fue la principal razón del éxito de este maravilloso y multitudinario acto. Allí todos estábamos en familia: la nuestra biológica, la nuestra parroquial y la nuestra universal. Los obispos son nuestros padres y pastores. Representando a los apóstoles nos unen a todos los demás miembros de la Iglesia en todo el mundo. El Papa es el Vicario de Cristo; gracias a la técnica, a través de la videoconferencia, se pudieron unir las plazas de Colón en Madrid y de San Pedro en Roma, para hacernos vivir nuestra comunión, en definitiva, con Cristo, ya que el Papa es el "dulce Cristo en la tierra", como le llamaba Santa Catalina de Siena.

   Día del Orgullo Cristiano, se ha venido a llamar. Del orgullo, del amor y de la emoción de sabernos siempre acogidos en una familia tan grande. Un cristiano nunca está solo. Está con Cristo a través de la gran familia de la Iglesia. Dios Hombre, que quiso nacer en el seno de una familia, quiere que lo encontremos también a través de la familia: de la familia doméstica, de la familia parroquial y diocesana y de la familia universal. Una cada una de estas familias no puede subsistir sin las otras porque forman una unidad: La Iglesia Católica.

   ¡Qué orgulloso estoy de pertenecer a ella!  pmariost@gmail.com

Amemos a la Iglesia y así transformaremos el mundo

Amemos a la Iglesia y así transformaremos el mundo

Dentro de unos días celebraremos la fiesta de San Ignacio de Loyola. El fundador de la Compañía de Jesús forma parte de toda una constelación de santos que, al igual que otros, como Lutero o Calvino, advirtieron la necesidad de una reforma en la Iglesia, para que ésta respondiera mejor a su naturaleza apostólica y misionera. La diferencia estriba en que este numeroso grupo de santos reformaron la vida de la Iglesia desde la santidad y unión con Dios de sus propias vidas, sin salir de la "Barca de Pedro", demostrándonos que éste es el único camino eficaz de renovación de la Iglesia y, por ende, de transformación del mundo según el Evangelio. Santos como San Ignacio, Santa Teresa, San Juan de la Cruz o San Juan de Ávila han influído y siguen influyendo enormemente en la vida espiritual de millones de cristianos y aún de no cristianos.

El ejemplo para nosotros no puede ser más claro: solamente amando a la Iglesia, al Papa, manteniéndonos unidos a él afectiva y efectivamente, conservando y acrecentando la unidad que Cristo pidió al Padre para sus discípulos, podremos transformar el mundo y vencer a tanto mal que se difunde hoy en día. Cristo y yo, mayoría absoluta. Con Cristo y con la Iglesia ¡Victoria segura! pmariost@gmail.com